De
algunos odios de la vida...
Algo
verdaderamente fastidioso es cuando un profesor le gusta excitarse enviando
cuanta lectura y trabajo inútil encuentre a sus alumnos. Y lo peor de todo es
que realmente lo lees, y al final e inconscientemente te des cuenta que la
lectura de veinti tantas páginas contienen una extraña hipótesis de algún loco
drogadicto que tenía mucho tiempo libre, que de cuyo trabajo es únicamente productivo
un miserable 10%.
Solo
porque alguien se emocione escribiendo un enorme ensayo de su perspectiva personal,
no significa que el alumno lo aplique en su vida personal. Al final su arduo
trabajo se convierte en un parafraseo enorme y casi improductivo donde un
alumno lo encuentre en algún sitio web y lo copie y pegue sin analizar
correctamente su contenido
Sería más
simple, menos complicado y mejor productivo que al autor cuyo nombre quedara
enterrado en el anonimato o el olvido si redactase un simple ejemplo explicito
de lo que en ese momento pensó.
No hay
mejor maestro que el que predica con el ejemplo.